LA SERPIENTE DE ORO

Se relata la vida sencilla de los cholos, describiendo en todas sus facetas la vida de la comunidad por medio de personajes aislados, con su sentido rural, su lenguaje arcaico, llenos de poesía y colorido, lo que resta dureza -a la vida trágica de los balseros. Es un típico determinante del autor peruano, que no pretende recargar los tintes amargos de la vida y. para suavizarlos, utiliza las descripciones, un tanto bucólicas, de la existencia de estos cholos, a veces coloreada con unas pinceladas de humor. Para dar más realismo, la narración la hace en primera persona, por medio del cholo llamado Lucas Vilca, que va contando todo cuanto ve y siente.

Con La serpiente de oro, el indigenismo se transforma en nativismo, lo local se hace universal y la vivencia transitoria se convierte en misión histórica: el destino de un pueblo. La intención ha sido la misma que en todas las obras de protesta social: denunciar que, frente a la absorbente oligarquía, hierve la vitalidad provinciana, basada en la dignidad de la persona y la tradición comunal.

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